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Niño: maltratado o maltratador
Nuestros hijos son el mejor reflejo de nosotros mismos
Hoy en día se habla mucho del Bullying en las escuelas y entre los padres de familia. Cada mamá que escucha el término toma diferentes posturas, y algunas piensan que se trata de un tipo de trauma nuevo y gravísimo que fácilmente puede afectar a sus hijos. Otras se sienten indignadas porque a sus traviesos niños los culpan injustamente de encabezar todo un movimiento social destructivo para atacar a sus compañeros de clase y los etiquetan como niños “Bully”. Un tercer grupo considera que no existe tal cosa y que solo se trata de exageraciones para etiquetar a los pequeños y mandarlos al psicólogo. La realidad es que este nuevo término habla de lo que siempre se ha conocido como acoso escolar, pero que hoy en día ha tomado mayores dimensiones.
A mediados del siglo XX en Estados Unidos se empezó a nombrar “Bully” (de la palabra bull que significa toro) al niño que molestaba, que “envestía” a los demás como lo hace un toro sin pensar; agrediendo y acosando. Cuando varios niños “Bullys” se unían en pandilla, el término se convirtió en un verbo: “Bullying”para significar lo que ocurre cuando los grandes abusan de los pequeños y los más fuertes intimidan a los débiles. Cuando hay discriminación, burla y abuso físico o psicológico en general.
¿Cuáles son las causas? Además de las razones naturales de convivencia entre los niños, que siempre han existido, hay otras más:
1. Los modelos de la televisión o las historietas resultan cada vez más agresivos y los niños los imitan. 2. Algunos padres, como una forma de compensar el autoritarismo del que ellos fueron víctimas o la culpa por no estar presentes, han caído en el extremo opuesto sobreprotegiendo a sus hijos y con esto los han hecho mucho más frágiles para enfrentar conflictos. 3. La falta de tiempo y espacio para convivir en familia genera soledad y frustración que se llegan a expresar con conductas agresivas, o bien con fuertes miedos e inseguridades. 4. Hay culpa y dudas al educar y eso propicia que no se pongan los suficientes límites a los hijos. 5. La época actual fomenta la competencia y deja a un lado la enseñanza del altruismo y la tolerancia en los niños. 6. Muchos niños presencian violencia intrafamiliar y reciben menos atención y reconocimiento.
Podríamos seguir enumerando muchas otras causas, pero lo más importante es recordar que en una situación de Bullying sufren tanto la “víctima” como el “victimario”, y ambos necesitan ayuda.
¿Cómo saber si mi hijo está siendo víctima de Bullying? Generalmente estos niños no quieren ir a la escuela; ponen como pretexto sentirse enfermos;
Otro signo muy común es que los niños tengan pesadillas o lloren sin aparente motivo, y que pidan o necesiten más dinero del que gene-ralmente se les da. Hay irritabilidad, miedo, angustia; sin embargo, jamás aceptan que son molestados o extorsionados. |
Los niños Bully, por su lado, encuentran mucho reconocimiento de los compañeros al burlarse y creen tomar poder con sus conductas; pero a la vez se vuelven “esclavos” de esa etiqueta y tienen que seguir molestando para no perder su estatus social. Internamente se desprecian por lo que hacen y por eso se justifican y se ríen para ocultar lo que en verdad sienten. Hay pequeños que no conocen otra manera de pedir las cosas, pegan y arrebatan, pero no son castigados por ello, al contrario, los padres están felices porque saben “defenderse” y logran lo que se proponen. Recuerdo a una niña que llegó a mi consultorio. Camila molestaba continuamente a dos compañeras y lograba que otras niñas la apoyaran en esta empresa. Ella me decía que en su salón de clase había dos grupos de niñas insoportables y por eso ella tenía que "defenderse"; unas eran "las víboras", que siempre criticaban, y otras eran las "güeras", que se creían lo máximo --¿y tú qué eres?-- le pregunté. "Yo soy de las nivigües porque no somos ni víboras ni güeras". Desafortunadamente, la mamá de Camila apoyaba a su hija y le fomentaba que se "defendiera" cuando en realidad era ella la que atacaba. La intervención negativa de los padres en estos conflictos ha favorecido que el problema tome dimensiones preocupantes y que muchas escuelas hayan implementado campañas para combatir el Bullying, no solo entre los alumnos sino también entre padres y maestros. ¿Qué hacer para evitarlo?
Si sospechas que tu hijo es maltratado o actúa como maltra-tador, actúa de inmediato; mientras menos tiempo pase, será más fácil erradicar el problema. Recuerda que nuestros hijos son el mejor reflejo de nosotros mismos y los problemas sociales el reflejo de los familiares. Psic. Julia Borbolla www.juliaborbolla.com
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