El papá y su papel en el parto

Brindar el apoyo que tu pareja necesita

Durante el parto la seguridad y la calma son importantes para que el bebé nazca en las mejores condiciones posibles. Como papá has de jugar un papel muy importante para brindar el apoyo que tu pareja necesita, además de darte la oportunidad de estar y compartir ese maravilloso momento.

Sin embargo, si por cualquier causa no puedes estar, es recomendable que la futura mamá cuente con el soporte de algún familiar o una amiga con experiencia, para que le asista en caso de ser necesario. La mayoría de los hospitales permite la presencia de amigos o familiares.

Ante la idea de estar presente en un parto, como padre te sentirás nervioso o ansioso, algo que es explicable y normal. Por ello, es recomendable que te prepares para ese momento en que serás testigo del nacimiento de tu hermoso bebé junto a tu esposa, quien necesitará de todo el apoyo posible, pues normalmente un parto es difícil y desgastante física y emocionalmente.

Existen instituciones que ofrecen servicios prenatales donde se prepara a los futuros padres para recibir a sus pequeños. Ahí se realizan demostraciones del momento del parto, además de que se ofrecen técnicas de relajación para la mamá.

Si el nacimiento ocurre en una institución de salud pública, es recomendable asegurarse de saber todo lo necesario y tomar previsiones; pero si se realiza en algún hospital privado, pide que te muestren las salas de parto y preséntate con el equipo médico. En caso de que el parto sea en casa, asegúrate de conocer las rutas y hospitales cercanos en caso de alguna emergencia.

La confianza que genera el contar con toda la información disponible, permite generar un ambiente adecuado y un mejor estado de ánimo en los papás, que será de mucha ayuda en estos momentos.

¿Cómo puedes ayudar a tu pareja?

Tu papel como padre y como pareja durante y después del parto puede ser tan activo como las circunstancias lo exijan, aunque a veces tu sola presencia será suficiente para que la futura madre mantenga la serenidad. Asegúrate de estar familiarizado con el plan de parto y de las alternativas existentes para el nacimiento de tu bebé.

Será necesario, además, que tu sensibilidad te guíe para valorar la situación respecto del estado de tu pareja, quizá ella prefiera hacerlo sola o, por el contrario, podría requerir de mucho apoyo y fuerza de tu parte para lograrlo.

Descansar antes del parto. Los momentos previos y posteriores al parto pueden ser extenuantes, así que procura convencerla de descansar lo máximo posible. Explícale de manera amable sobre la necesidad de ahorrar energía, pues ella seguramente se empeñará en tener listo el nido para el arribo del nuevo integrante de la familia.

Si el proceso del parto se alarga, trata de ayudarla a descansar entre cada contracción, es importante que se conserve relajada para ahorrar energía, ya que la necesitará para la siguiente etapa.

 

Apoyo en la respiración. En las clases prenatales se aborda el tema del control de la respiración. Como sabes, la respiración es básica para oxigenar el cuerpo. En los momentos más difíciles del parto deberás ayudar a tu pareja a mantener un ritmo respiratorio controlado.

Existen diferentes métodos para conseguir un control de la respiración, pero el parto se acompaña de tanta cantidad de estrés que puede dificultar llegar a un grado adecuado de relajación. Deberás ayudarla a lograr que se mantenga calmada. Algunas veces la mujer suele conseguir el control con tal sólo recordar que pronto verá la luz ese pequeño ser, expresión máxima del amor.

Ofrécele apoyo emocional. Procura estar cerca de ella, sensibilízate a sus emociones, háblale con amor y procura transmitirle confianza y calma. Sé positivo hacia ella, trata de darle palabras de aliento y no se te ocurra criticarla. No dejes de darle ánimo, de hacerla sentir que no está sola, y recordarle que pronto compartirán sus vidas con esa bella criatura.

Si el trabajo de parto lo realiza una comadrona y si las circunstancias lo permiten, describe lo que se está haciendo, infórmale a tu pareja con serenidad del estado de las cosas, del grado de dilatación del cérvix, y ayúdale con sus ejercicios de respiración y relajación.

Nunca dejes de lado que la futura mamá puede estar abrumada: acaríciala y aplícale ligeros masajes. A veces es suficiente con tomarla de la mano, dándole ánimos con expresiones faciales que denoten confianza, sin perder el contacto visual. Una expresión de amor a tu pareja suele bastar para que una mujer soporte los dolores de las contracciones.

 

 

Ayúdala a encontrar posiciones cómodas.  Cojines y mantas agradables serán de mucha utilidad para ella. Demuéstrale apoyo, acaríciala y apóyala en ti, un masajito le puede ayudar. Busca signos de tensión en su cuello, los hombros o frente, y aplícales un suave masaje.

Puedes recurrir a algunas técnicas como la visualización. Con voz suave, pídele que cierre sus ojos y escuche su propia respiración, ayúdala y guíala, ella escuchará tu voz --si te es posible, enciende algo de música suave a su lado, mientras hacen este ejercicio--. Por ejemplo, que imagine a su bello bebé sano y feliz, reposando tranquilamente en sus brazos, mientras se ve a sí misma besándolo y abrazándolo, al tiempo que tú les acompañas. Verás que ella comenzará a tranquilizarse y a controlar mejor su ritmo respiratorio.

La visualización puede ser una técnica muy útil, así que procura informarte sobre esta técnica y de compartirle tus hallazgos para llevarla a cabo juntos.

Finalmente, el contacto físico con las manos, así como las caricias y las miradas, pueden ser de mucha ayuda. Tu papel como padre es muy importante en esta hora crucial. Un bebé está a punto de llegar.

Soportando el dolor. El momento del nacimiento del bebé estará acompañado de dolores muy intensos para la madre. Es difícil ver sufrir a alguien, pero procura no hacer evidente la ansiedad que esto te cause. El dolor debe ser reconocido de manera positiva, así que las palabras de aliento pueden relacionarse con el advenimiento del bebé. Anímala entonces, déjala que se exprese abiertamente, y piensa que una mujer no tiene motivos de avergonzarse al requerir de algún calmante para el dolor.

Una manera de ayudarla es motivándola a describir su dolor, a “verlo” y reconocerlo, dicha descripción puede sosegar el temor y aliviar la ansiedad entre cada contracción. Si ella se muestra agresiva contigo, no lo tomes personal, esto es común debido al dolor intenso.