Artículos Relacionados
- Los padres frente al ac...
- Cómo afrontar los probl...
- Niños exitosos
- Niños lectores
- La ecología y los niños...

herramientas

Dile Adiós al Pañal
¿Tú hijo esta preparado para ir al baño solito?
Una de las etapas del desarrollo de los niños que los padres suelen esperar con anticipación es el momento de quitarles el pañal. Después de haber cambiado cerca de dos mil pañales al año (es cierto, calcula unos 6 al día), seguramente no verás la hora de que tu pequeño empiece a ir al baño solito. Lo que pocas mamás y papás saben es lo mucho que se puede tardar. Y aunque es verdad que algunos niños aprenden en pocos días, también es cierto que muchos otros tardan varios meses. La posibilidad de que logres enseñarle a tu hijo con éxito aumentará si aprendes las reglas básicas del aprendizaje, y logras transmitírselas con claridad a tu niño. Paso 1: Identifica las señales de que tu niño está preparado Algunos niños están preparados para empezar el proceso de retirar el pañal a los 18 meses de edad, pero hay otros que no demuestran el más mínimo interés hasta que tienen 3 años o más. La mayoría de los padres empiezan a enseñar a sus hijos cuando tienen entre 2 y 2 años y medio, especialmente si van a empezar a ir a la escuela. Pero en generaciones anteriores, cuando los pañales se tenían que lavar a mano en casa se empezaba mucho antes. Por eso, no te sorprendas si tu madre o tu suegra insisten en decirte que les quitaron los pañales a sus hijos antes de que cumplieran un año. Es posible que lo hayan hecho, pero quizás dedicaban una buena parte de su tiempo a limpiar "accidentes", ya que a esta edad tan temprana los niños aún no tienen la capacidad de controlar sus funciones corporales. Físicamente, la mayoría de los niños desarrollan la capacidad de controlar sus esfínteres alrededor de los 3 años, y hasta los 5 años se considera normal que tengan algunos momentos de incontinencia urinaria. Paso 2: Compra el equipo necesario Lo primero de todo es invertir en una buena sillita orinal o un asiento especial que se acople al inodoro de tu baño. Elije el que tú prefieras, pero asegúrate de que tu hijo pueda tocar el suelo con sus pies o tenga un escalón o banquito donde apoyarlos para que tenga firmeza y estabilidad. Paso 3: Crea una rutina para tu niño Para empezar, haz que tu niño se siente completamente vestido en su orinal una vez al día, después de desayunar, antes de bañarse o cuando normalmente suela ir al baño. Así se irá acostumbrando al orinal y empezará a aceptarlo como parte de su rutina diaria. Si no se quiere sentar, no te preocupes. Lo importante es que jamás debes forzarlo, ni obligarle a permanecer sentado. Y, sobre todo, no insistas demasiado si notas que tiene cierta aprensión. Paso 4: Dile adiós al pañal Una vez que tu niño ya esté totalmente acostumbrado a sentarse vestido en su orinal, el siguiente paso es lograr que lo haga sin el pañal. Recuerda que es algo que nunca ha hecho antes y que necesita acostumbrarse a la sensación de estar ahí sin ropa. Ésta es la etapa en que empezarás a explicarle que así lo hacen mami, papi (y los hermanitos que tenga) todos los días. Explícale que cuando ya eres mayorcito te quitas la ropa antes de hacer pipí o popó. Paso 5: Muéstrale cómo se hace Los niños aprenden imitando a los adultos, por lo tanto la manera más natural de que aprendan a usar el inodoro es viéndote hacerlo. Aunque puede que papi quiera que su niño haga pipí de pie como él, es más fácil que empiece a hacerlo sentadito, y que más adelante papá o el hermanito le enseñen a hacer pipí de pie. Seguro que no tardará nada en imitarlos. | Paso 6: Motívalo a ser independiente Motiva a tu niño a usar su orinal siempre que tenga ganas de hacerlo, pero asegúrate que sepa también que te lo puede pedir a ti, y que tú lo llevarás al baño cuando quiera. Si puedes, déjale que de vez en cuando circule por la casa sin pañales y mantén su orinal a mano. Cuanto más tiempo lo dejes sin pañal, más rápido aprenderá, aunque tú tendrás que estar dispuesta a limpiar algunos charquitos. Dile que puede usar su orinal cuando quiera, y de vez en cuando recuérdale que está ahí para cuando lo necesite. Paso 7: Compra calzoncitos desechables Puede que te sirvan de ayuda (son pañales desechables que se suben y bajan como la ropa interior), ya que permiten que tu hijo se los quite y se los ponga él solito. A algunos niños les gustan y les funcionan muy bien, pero para otros no son más que un tipo diferente de pañal, por lo cual no cumplen con su función de aprendizaje. A estos niños les motiva más ponerse ropa interior de verdad que esta clase de pañales. Paso 8: Acepta sus "accidentes" con buen humor No hay niño que domine completamente el arte de ir al baño solito sin antes tener una serie de pequeños "contratiempos". Cuando esto ocurra, no debes enfadarte con tu hijo ni castigarlo; recuerda que hasta hace muy poquito tiempo tu hijo aún no había desarrollado completamente sus músculos, y por lo tanto no tenía el control necesario para lograr contener la orina o la popo. Con el tiempo, tú pequeño se volverá muy eficiente, pero mientras esté aprendiendo, lo mejor que puedes hacer es limpiarlo con calma cuando se le escape pipi o popo y sugerirle que la próxima vez intente usar su orinal. Paso 9: Comienza el entrenamiento nocturno Aunque tu hijo se mantenga limpio y seco durante todo el día, puede que pasen varios meses, o incluso años, hasta que logre controlar sus necesidades durante la noche, o sea que no te deshagas de sus pañales todavía. A esta edad, su organismo no ha madurado lo suficiente para poder despertarlo siempre que necesite hacer pipí. Para ayudarle a mantenerse sequito, no le permitas beber demasiado líquido antes de acostarse y recuérdale que si se despierta en el medio de la noche, te puede llamar para que le ayudes a ir al baño. Otra cosa que puedes hacer es colocar su orinal al lado de la cama por si quiere usarlo. Paso 10: Celébralo, ¡lo has conseguido! Créenos, si tu niño está listo para aprender esta nueva destreza, lo hará con mucho éxito. Y si en lugar de tratar de apresurarlo esperas a que verdaderamente esté preparado, todo el proceso será mucho más fácil y menos latoso, tanto para ti como para tu hijito. Tarde o temprano, tu niño aprenderá a ir al baño como los adultos, y tú no tendrás que volver a pensar en este asunto… al menos hasta la llegada del próximo bebé. Dr. Alberto Gedissman |