Disfrutando la paternidad.
Existen algunos mitos que afectan el rol de padre. Lo primero que hay que saber es que los sentimientos de la futura mamá son importantes, pero dependen mucho de los tuyos, como papá. Si le das cariño, confianza, protección ella se sentirá más segura y lo transmitirá al niño: cada vez que abrazas la panza, que le dices que le quieres, que le abrazas o le sonríes, estás alimentando su corazón y fortaleciendo el vínculo con tu hijo.
Tienes que quererte como padre, admirarte de serlo, valorarte; expresar con naturalidad las sorpresas, ilusiones o miedos que te asaltan. Ser padre es una experiencia de vida y como tal se tiene que SENTIR para poder vivirla. Tus sentimientos de padre importan y mucho, no los ocultes… disfrútalos.
Los recién nacidos no necesitan del papá… ¿De dónde salió esto?
Puedes intervenir casi en todos los procesos de su desarrollo: estar presente, dándole de comer cuando deja el pecho, auxiliando en la hora del baño. Te necesita para que le vistas con mimo y cuidado, para que juegues con él, lo acunes y abraces, le sonrías. Para tu hijo será una experiencia gratificante descubrirte cuando lo haces: no esperes a que hable y camine para aparecer en su vida, hazlo desde el inicio y estos recuerdos lo unirán a ti, desde ese momento. Nada de ser padre ausente. Tu hijo despertará en ti sentimientos profundos. Se dice que los hombres no saben cómo cuidar a un bebé, y esta es una gran mentira que impide que los papás formen una relación estrecha con sus bebés y causa innecesaria ansiedad en las nuevas madres, que temen que los hombres no sean capaces de cuidar a los recién nacidos. TODOS, incluida la mamá, aprendemos a ser padres sobre la marcha, pero así como ella tiene su instinto maternal, no dudes de tu instinto paternal. No hay nada que de más tranquilidad y seguridad a una mujer que el ver que su marido sabe cuidar perfectamente a su hijo. Curiosamente las mujeres admiran a los padres que así se comportan, pues suelen despiertan en ellas sentimientos de alegría, admiración y ternura.
El cuidado de otro ser humano, indefenso, es algo que se aprende de forma instintiva, en la medida que nos centramos en descubrir y paliar sus necesidades. Si pasas tiempo con tu bebé, enseguida distinguirás cuándo llora porque tiene hambre o porque tiene sueño. Sabrás cuando está satisfecho de comer, y cómo cargarle para sacarle el aire.
Todos los padres podemos cuidar de nuestro bebé, si queremos hacerlo: el amor nos guiará
La realidad demuestra que cada vez más hombres encuentran la paternidad gratificante, y eso está mejorando el estatus de los padres. Algunos hombres están cambiando el avance profesional por tiempo con la familia porque valoran la satisfacción que encuentran en la paternidad. Cada vez más hombres sienten que ser buenos padres es un logro significativo en su vida y eligen hacer de ello su prioridad porque así lo desean; La futura sociedad será la que se beneficie del tiempo que hemos dedicado a la educación a nuestros hijos. Es una tarea que no se puede delegar solo en la madre, porque tu presencia, tus consejos, tus lecciones, tu ejemplo son los que realmente moldean la personalidad de tus hijos.
El padre que sabe lidiar con sus hijos en cada etapa, desarrolla además mejores habilidades sociales, que le sirven también en su trabajo profesional, aprenden a hacer varias tareas simultáneamente y despiertan su sentido práctico para resolver los problemas laborables. ¿Quién ha dicho que el padre que cuida de sus hijos no tiene un buen desempeño profesional? Al contrario, se vuelve más capaz.
Lic. Nieves García
Especialista de TAD (THINK · ACTION · DEVELOPMENT) en Educación, desarrollo y Familia.
www.tad.org.mx
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