¿Tu hijo es un bully?

No significa ser un villano.

Los padres de familia son los últimos en querer reconocer que su hijo pueda ser un bully; es decir, que sea capaz de hacer bullying a sus compañeros. Sin embargo es muy importante que sepan que, generalmente, esto no significa que su hijo sea un “villano”, un “malhechor” o que tenga problemas en casa, sino que estas acciones podrían estar ocurriendo por otras razones, tal vez por imitación o debido a algún tipo de frustración, que provoca en él un enojo que no sabe cómo manejar y desconociendo el alcance de sus acciones y el daño que éstas pueden provocar a los otros.

El bullying es un tema que se debe de tratar con mucha seriedad. Por un lado, es necesario que en las escuelas se implemente un programa continuo de cero tolerancia ante el bullying o cualquier acción que pueda encaminarlos a este tipo de comportamiento. En el salón de clases, se debe evitar, por ejemplo, que el niño haga bromas pesadas a otros compañeros o que haga comentarios discriminatorios resaltando alguna característica diferente, ya sea de índole físico o de comportamiento, entre otros. De ahí la importancia de elegir una escuela que centre su modelo pedagógico en el desarrollo integral de los niños, para que, de esta forma, se fomente un clima favorable dentro de las aulas, lo cual impacta de manera significativa en la inteligencia emocional y el autoestima de los niños.

Asimismo, los padres deben asegurarse de que sus hijos estudien en una escuela que les permita centrarse en conductas positivas, que lleven a cada alumno a aprender, a ser feliz y a brillar en su plenitud, a través de la manifestación total de sus potencialidades mediante la estimulación de las inteligencias múltiples.

Pero, ¿qué pueden hacer los padres de familia para hacer frente a esta situación?
Deben estar muy atentos ante cualquier señal que indique que su hijo está sufriendo de bullying o, por el contrario, que es él quien lo está llevando a cabo. Este tema es serio y, muchas veces, los niños no lo expresan por miedo, vergüenza o confusión, por lo tanto, resulta vital que se promueva la confianza y comunicación entre padres e hijos, así como el involucramiento de los padres en las escuelas, con los maestros y en las actividades en las que participa su hijo.

Si tu hijo es el “bully”:

  • Establece los canales de comunicación necesarios con el colegio, ya sea con algún asesor o docente, para coordinar y determinar cuál será el plan a seguir.
  • Confirma que la conducta que está manifestando es bullying y no el resultado de alguna necesidad emocional.
  • Enséñale a ser empático, respetar y a tener compasión.
  • Déjale claro cuáles son tus expectativas en cuanto a su comportamiento.
  • Dile cuáles son las consecuencias del bullying de una manera clara y consistente.
  • Enseña con el ejemplo.
  • Ayuda el ponerse en los zapatos de otros (“role play”).
  • Proporciónale una retroalimentación positiva.
  • Sé realista.
  • Busca ayuda.

¿Qué pueden hacer los niños o jóvenes bullies para acabar con esa conducta?

Desde la perspectiva del victimario, es preciso que los niños o jóvenes bullies sepan que llevar a cabo el bullying es un conducta inaceptable, que no es algo “cool”, pues lastima a la víctima, a las personas que lo observan y a él, que es un mal ejemplo para los demás y eso hará que pierda a sus amigos más adelante. Igualmente, deben tener presente que todos tienen derecho a ser tratados con respeto y hay otras formas de resolver conflictos, de hecho, existen más y mejores maneras en las que se puede utilizar la inteligencia, el talento y las habilidades. Por último, se recomienda que el niño se acerque a un adulto si se siente enojado o molesto, o si no sabe cómo detener el bullying.

Ángel Martorell
Presidente y fundador de Amco,
líder en investigación, desarrollo e
implementación de metodologías educativas
www.amco.me

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