Si bien es cierto, las etapas que vas viviendo durante el embarazo son diferentes y en este caso a partir del octavo mes, tu cuerpo experimenta algunos cambios que comienzan a preocuparte, sobre todo si es tu primer bebé. Tu útero se comienza a contraer y se endurece en determinadas ocasiones, lo cual no genera dolor real, sino una molestia leve debido a que comienza la preparación del útero para el gran día del nacimiento.
Si estás atravesando esta fase del embarazo, es probable que comiencen a surgir muchas dudas con respecto al momento del parto, tales como el dolor, la epidural, si terminará en cesárea, o será parto natural, entre otros temas y la información que recibes es tanta, que incluso te llegas a sentir más agobiada en lugar de sentir calma. Pero ¡Tranquila! nosotros te compartimos cuatro datos que debes conocer acerca de las fases del parto y lo que implica ese momento:
1. Identifica las fases de dilatación:
La fase de dilatación inicia con las famosas contracciones que nos anuncian que tu bebé está listo para conocer el mundo. Esta fase tiene por objetivo lograr que el útero se contraiga hasta que el cuello uterino se dilate de 8 a 10 cm, lo cual representa su apertura máxima y en este momento el bebé podrá salir del útero.
Las primeras contracciones se presentan en intervalos irregulares, duran pocos segundos y son acompañadas de un dolor similar a los cólicos. Con el paso de los minutos, el dolor irá intensificándose y se presentará en intervalos regulares y cortos.
2. Prepárate para ir al hospital cuando:
- Las contracciones iniciaron hace 2 horas y si éstas se comienzan a presentar cada 15 minutos o menos.
- Los intervalos entre las contracciones transcurren en un número de minutos siempre iguales.
- Experimentas dolor intenso, sensación de pesadez en la parte baja del vientre y dolor de espalda.
- Rompiste fuente.
3. Ante la situación, trata de ser paciente en el hospital:
Una vez que llegues al hospital pueden pasar varias horas antes de que nazca tu bebé, así que deberás ser muy paciente y evitar los nervios, para ello te ayudará hacer ejercicios de respiración. Para mitigar un poco el dolor, puedes tomar una ducha, el agua te relajará y proporcionará una sensación de bienestar; también puedes caminar un poco con ayuda de alguien de tu confianza para ayudar al bebé. Recuerda que todo lo que experimentas, lo siente tu hijo, por ello es importante estar lo más serena posible.
4. ¡Al fin llegó la hora del nacimiento de tu bebé! Respira bien y déjate guiar:
Esta fase comenzará cuando el cuello uterino alcanza su máxima expansión. Este paso será el más breve, aunque sin duda, el más complicado para mamá. Sin embargo, no hay nada que temer, afronta sin miedo esta etapa solo pensando en que es la recta final y estás a punto de conocer la carita de tu bebé después de tanto soñarlo. Sigue correctamente todas las indicaciones de tu doctor y todo estará perfecto.
Con ayuda de los expertos, no hay nada que temer. Acércate a tu ginecólogo y cuéntale todas tus inquietudes, él siempre tendrá la respuesta ideal.