Es un padecimiento bastante común en los bebés, el cual se debe a un estancamiento en el último tramo del intestino grueso, el colon. Si las heces de tu bebé son blandas, no provocará ningún dolor, pero si son duras y compactas, ocurrirá todo lo contrario. Por este motivo, tu bebé tiende a bloquear la evacuación para evitar el dolor y como consecuencia de que la masa fecal permanezca en el recto, aumentará de tamaño y se endurecerá, haciendo que los esfuerzos para expulsarla sean mayores.
¿Por qué le ocurre esto a mi bebé?
Las causas del estreñimiento están relacionadas con la alimentación del bebé, sobre todo cuando realizamos cambios importantes en esta, por ejemplo, la sustitución de leche materna por la artificial. La leche materna contiene un azúcar, la lactosa, que le permite al bebé que la ingiere mayor facilidad al expulsarla. Mientras que los distintos tipos de leche de formula pueden ocasionar el estreñimiento al ser algo nuevo en el estómago de tú bebé.
Aunque es menos frecuente, también puede suceder que un bebé con dieta a base de la leche materna únicamente presente estreñimiento, una situación que suele manifestarse normalmente si consumes muchos alimentos que ocasionan estreñimiento mientras le das el pecho.
¿Cómo aliviar esta molestia?
Lo más recomendable es asistir con tu pediatra para tratar esta condición, seguro te dará la solución perfecta para que tu bebé no sufra más por este tipo de molestias. Además de seguir al pie de la letra las indicaciones de tu especialista, puedes seguir estas recomendaciones para ayudar a tu bebé:
- Masajea la barriguita de tu bebé para mejorar el tránsito intestinal, sólo basta con hacer una ligera presión en su barriguita y masajear suavemente en el sentido de las agujas del reloj.
- Ejercita con él, moviendo sus piernitas como si estuviera haciendo bici.
- Si ya lleva una alimentación complementaria a base de leche y alimentos sólidos, es esencial aumentar la cantidad de fibra y evitar alimentos que fomenten el estreñimiento como el arroz.
- Hidrata a tu bebé con frecuencia, la deshidratación hace que el organismo absorba y retenga el líquido del alimento del bebé.
Finalmente te recomendamos una buena sesión de besos y abrazos para reconfortar a tu bebé, verás cómo rápidamente cambia su semblante.
¿Tú cómo has lidiado con este problema? Cuéntanos tu experiencia.