
Algunas características de la habitación son esenciales para el bienestar de tu bebé y el tuyo.
El cuarto de tu bebé debe tener algunas características específicas:
1- Debe ser ante todo funcional, para el bebé, para el hermano, si lo hubiera, y para la mamá.
Debe incluir espacios funcionales para las tareas a desarrollar por los padres, y un sitio seguro y tranquilo para permitir el descanso del bebé.
Piense en la necesidad que él tiene de dormir durante el día y a la vez de despertarse durante la noche.
2- Debe cumplir condiciones de extrema seguridad, dada la gran curiosidad y necesidad de investigación que poseen los bebés y niños deambuladores. Nada que pueda significar peligro puede estar al alcance de la mano.
3- Debe ser acogedora y gustosa para el bebé y para la mamá, que pasará mucho tiempo amamantándolo y cambiándolo.
Ubicación: La más recomendable es que esté cerca del cuarto de sus padres, para que éstos puedan acudir cuando comienza a llorar, sobre todo en los primeros meses de vida en que lo hacen varias veces durante la noche.
- Lo ideal es que forme parte del área reservada de la casa, ya que en los primeros meses tal vez la mamá acuda a su llamado en ropas de dormir y con el derecho de no ser vista ni molestada por visitas.
- Los ruidos despertarán rápidamente a su bebé, si vive sobre una calle ruidosa elija una habitación que no dé a la calle o prevea, si es que puede, un doble vidriado.
- No hay peor tortura para una mamá que el llanto permanente de un bebé. Trate de evitar que sea la habitación más calurosa en verano o la más fría en invierno.
Si no lo puede evitar, busque una solución. Un cuarto de bebé debería incluir espacios para el cambiado de pañales y ropa, lugar de guardado de los mismos, lugar donde amamantar al bebé y espacio para que él se distraiga y mueva cuando empieza a deambular.